Escorpión, Ketch de quilla retráctilRef. CP105
Un barco marinero, rápido y robusto. Su quilla retráctil le permite acceder a fondeos apartados y navegar rápido en rumbos abiertos. Está en buenas condiciones generales y el precio, reducido recientemente, lo hace muy atractivo.
EUR 180.000 ,-
Generalidades
Descripción
Aparejo
Aparejo de Cubierta
Aparato Motor
Velas
Electrónica
Sistema Eléctrico
Disposición Interior
Comentarios de Barcos Singulares
El gran Germán Frers, padre y abuelo respectivamente de los dos geniales diseñadores actuales, tuvo una deslumbrante carrera en su Argentina natal y de muchos de los barcos que diseñó se construyeron varias unidades. El Escorpión es un casi gemelo del Horizonte que Frers diseñó para su uso personal. Ambos barcos hicieron honor a su creador con un crucero alrededor del mundo el primero y dos cruces del Atlántico y una vida deportiva el segundo, que todavía brilla hoy en día en los campos de regatas de barcos clásicos. El Sr. Adolfo Züberbuler pidió a Frers que diseñara el Huaglen y lo construyera en el Astillero Gómez y Gutiérrez con el que colaboró durante toda la vida y del que incluso fue compropietario. Ese barco se construyó en 1943, un año después de su casi gemelo. Para ello, se utilizaron típicas maderas locales, como el Lapacho (o Pau d'Arco) de gran peso específico, para la roda, la quilla y el codaste. El Viraró más ligero y flexible y muy resistente a la humedad, para el forro. Frers le diseñó una quilla retráctil, muy en boga en los barcos americanos de siempre, con líneas del casco planas en popa, pero dotadas de una quilla marcada que almacena la parte retráctil. De esta forma, ésta no se ve en el interior del barco. Pocos años después de su botadura, el Huaglen cambió de propietario, al ser adquirido por D. Carlos Baradaco que también cambió el nombre en Ploush. Con el Ploush, el Sr. Baradaco cruzó el Atlántico y lo basó en Palma de Mallorca, donde participó en numerosas regatas todos los años hasta 1963. A raíz de una enfermedad, Carlos Baradaco vendió el Ploush a Don José Luis Pérez Albert quien lo rebautizó como Carolus II. Como tal, también corrió muchas regatas importantes, obteniendo buenos resultados, pues es un barco muy rápido. El Carolus II fue Campeón del Mediterráneo en la 1ª Clase en 1964 y una placa todavía lo recuerda en la entrada central. Este particular tambucho, en posición lateral estribor en la cabina, era muy típico desde antiguo de los barcos de altura. De hecho, los ingleses lo llaman tambucho oceánico y está en la posición ideal cuando el barco navega amurado a estribor. El actual propietario del barco conoció de niño al Sr. Pérez Albert y navegó en el Carolus II. En 1968, el Carolus II cambió de propietario otra vez y D. José María Padró lo renombró Escorpión. El Sr. Padró era un apasionado navegante, sea de crucero que de regata. En 1974 fundó la Asociación Nacional de Cruceros (posteriormente Real) y fue su primer presidente hasta 1984. Fue entonces, cuando dejando al margen las regatas, preparó el Escorpión para la vuelta al mundo, empresa entonces aún más aventurera que hoy en día, al faltar casi todo tipo de facilidades por el camino. Algunas etapas las compartió con amigos tales como Jacinto y Nena Viladomíu que escribieron sus interesantes aventuras en un magnífico libro, hoy casi imposible de encontrar. Su actual propietario compró el Escorpión en 1992,a la vuelta del viaje y desde entonces lo ha usado para cruceros por todo el Mediterráneo, hasta Grecia y en regatas del Campeonato C.I.M. (entonces, Trofeo Prada). Diez años más tarde, en 2002, el Escorpión volvió a cruzar el Atlántico, participando en la regata de clásicos de la Semana de Antigua. Para ello, recibió antes una serie de arreglos y revisiones que le permitieron realizar incluso el viaje de vuelta sin problemas. Hoy, el Escorpión está en excelentes condiciones generales, sólo requiere cuidados estéticos, listo para zarpar para nuevas aventuras.