ArtakoRef. CP108

El Artako no necesita mucha presentación: es uno de los barcos más victoriosos de la flota española, sea de clásicos que modernos. Está en muy buenas condiciones para seguir navegando en crucero y regata durante mucho tiempo.
EUR 120.000 ,-
Generalidades
Descripción
Aparejo
Aparejo de Cubierta
Aparato Motor
Velas
Electrónica
Sistema Eléctrico
Disposición Interior
Comentarios de Barcos Singulares
El Artako es uno de los barcos españoles que más Premios ha ganado en todo tipo de regatas, costeras, largas, nacionales e internacionales. Su nacimiento tiene muchos matices americanos: Sparkman & Stephens proporcionó el diseño n.1792 con mejoras al timón, según las tendencias del momento a primeros de los Años Sesenta. Stanley Woodward, americano residente en Mallorca, lo construyó en sus establecimientos de MYABCA (Mallorca Yacht And Boat Construction Association) en los que ya había construido otros barcos interesantes como el Livia y sus dos gemelos, de quilla retráctil. El primer armador del Artako fue el bilbaíno D. José María Gamboa Ibargaray, quien además aportó las maderas para su construcción y le puso las letras de gráfica arcaica vasca en la popa, donde siguen estando. De su época se recuerda la participación del Artako a las Admiral's Cup de 1967 y 1969. En 1998 el Artako cambió de propietario, siendo Juan Olábarri, bilbaíno también, el sucesor de Gamboa. Al año siguiente, el fallo de un cadenote provocó la caida del palo original, un Proctor de aluminio cuya sustitución, parece mentira, es más difícil que si hubiera sido de madera. Olábarri pidió al reputado Ingeniero Naval Íñigo Echenique que rediseñara el plan de velamen, de acuerdo con S&S, para darle mayor potencia, pues notaba que el casco la echaba de menos. En efecto, con un metro y medio más de altura, el Artako se ha vuelto mucho más ágil, rápido de respuesta y veloz en ventolinas. El palmarés obtenido durante la etapa de Juan Olábarri ha sido impresionante, sea en regatas de barcos clásicos, que de barcos modernos. Su armador se esmeró en preparar el barco para cualquier prueba y le montó siempre los mejores equipos del momento, renovando el sistema eléctrico, el aparejo de maniobra, el motor, las capacidades de agua y combustible, para largas temporadas de navegación. A la muerte del gran navegante, la familia ha decidido que el barco se merece un tercer propietario que sepa continuar la historia de victorias y cruceros del Artako. Hoy está en muy buenas condiciones de navegabilidad y sólo necesita pinturas externas, internas y en sentina y pocos retoques para poderse decir que está perfecto.